Exploramos la monumental contribución de Ramona Fradon al universo de DC Comics, desde sus emblemáticos personajes hasta su legado perdurable.
El mes pasado, el mundo del cómic se despidió de una verdadera titan: Ramona Fradon, creadora de Aquaman entre otros superheroes, una artista que dedicó décadas de su ilustre carrera a dar forma al Universo DC.
Desde los Superamigos de la mañana de sábado hasta las profundidades de Atlantis y héroes más extraños de lo que nadie había imaginado, Fradon mantuvo un ingenio agudo, una mano firme y un ojo inventivo durante 97 años, dejándonos apenas seis semanas después de su muy retrasada jubilación.
Lo que nos deja es un legado indeleble del cual DC estará siempre en deuda.
Aquaman, por ejemplo, podría haber debutado en 1941, pero no se convirtió en el héroe que conocemos hoy hasta la década de los 50.
Fue Fradon quien supervisó la evolución del personaje hasta convertirlo de una simple característica secundaria a uno de los fundadores de la Liga de la Justicia de América.
Esto incluyó darle a Aquaman su propio compañero, Aqualad, y profundizar en su historia de origen, definiendo su destino como rey de los mares.
Fradon no solo nos regaló personajes icónicos como Aquaman y Aqualad; también creó a Metamorpho, un superhéroe de diseño fracturado y frenético, y a personajes secundarios tan memorables como Topo el pulpo, el primer gran amigo animal de Aquaman.
Además, diseñó a los personajes de Simon y Sapphire Stagg, clave en las tramas de Metamorpho, y contribuyó a la creación de los Global Guardians, ampliando el alcance del Universo DC más allá de las fronteras de Estados Unidos.
La partida de Fradon no es solo la pérdida de una gran artista, sino también el fin de una era en la narrativa visual de los cómics.
Su legado, sin embargo, continúa inspirando tanto a creadores como a fans, asegurando que su influencia perdure en el tiempo. Ramona Fradon: Creadora de Aquaman y de otros tantos superheroes, dibujó mundos, aventuras y emociones que seguirán resonando con nosotros.