La obra de Frida Kahlo ha sido una fuente de inspiración para muchos en el mundo de la moda. Pero nunca antes se había visto un tributo tan hermoso, detallado y cuidadosamente elaborado como el que Maria Grazia Chiuri presentó en la colección Crucero 2024 de Dior.
México fue el escenario perfecto para presentar estas nuevas propuestas. En particular, el Colegio de San Idelfonso, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, donde Frida Kahlo y Diego Rivera se conocieron por primera vez. Esta elección no fue una coincidencia.
Las modelos deslumbraron bajo la lluvia mientras caminaban por la pasarela, luciendo piezas que Dior creó en colaboración con artesanas de Oaxaca, Puebla y Chiapas, combinando el savoir faire francés con el talento mexicano.
María Grazia Chiuri, siempre comprometida con las injusticias, cerró el desfile con la canción “Sin Miedo” de Vivir Quintana, que se ha convertido en un himno contra el feminicidio desde su lanzamiento en 2020, como protesta contra la violencia y el sexismo que sufren las mujeres en México.
Las modelos latinas que desfilaron
La cultura mexicana fue celebrada en el desfile de Dior no solo a través de la ropa, sino también a través del elenco de modelos latinoamericanas. Entre ellas se encontraban Krini Hernández, Liz De Aza, Marsella Rea, Licett Morillo, Hiandra Martínez, Lineisy Montero, Sculy Mejía, Tindi Mar, América González y Celic Dorig. Estas mujeres deslumbraron en la pasarela, mostrando la belleza y el talento de América Latina.
Frida Kahlo: inspiración para Dior
La pintora mexicana Frida Kahlo fue sin duda una fuente de inspiración para Maria Grazia Chiuri. Su visión del dolor y su espíritu resiliente guiaron toda la colección. “Me encantó tener la oportunidad de reinterpretar el espíritu y el vestuario de Frida Kahlo con una perspectiva contemporánea”, dijo Chiuri.
Así, las mariposas, la flora y la fauna, como loros, monos y aves del paraíso, que aparecen en el arte de Frida, como en su famoso “Autorretrato con collar de espinas y colibrí”, y las naturalezas muertas que pintó para narrar su dolor, se ven en estampados en toda la colección, utilizando una variedad de técnicas textiles que celebran la mezcla de culturas. Incluso hay un vestido rosa inspirado en uno de los autorretratos de la pintora.