Contra todo pronóstico, Donald Trump regresó a la Casa Blanca tras ganar las elecciones presidenciales de 2024, superando a la Vicepresidenta Kamala Harris. Con una campaña enfocada en la economía y la inmigración, el exmandatario logró atraer a votantes clave, incluyendo a jóvenes, hombres afroamericanos y latinos, en estados decisivos. ¿Cómo lo hizo? Aquí te contamos.
Contra todo pronóstico, Donald Trump ha regresado a la Casa Blanca en 2024, en una victoria que pocos vieron venir. A pesar de las controversias y múltiples cargos legales en su contra, Trump superó a la Vicepresidenta Kamala Harris en una carrera electoral que giró en torno a temas económicos y de inmigración. Con una estrategia de campaña directa y dirigida a sectores clave, Trump logró reconectar con una base de votantes ansiosa por cambios en temas que afectan el día a día, como la inflación y la inseguridad.
La estrategia de Trump se basó en los dos temas que más preocupan a los estadounidenses: la economía y la inmigración. Después de años de altos índices de inflación bajo la administración de Biden, muchos votantes estaban cansados del aumento en el costo de la vida. La situación económica fue la piedra angular de su campaña, con Trump prometiendo “recuperar la estabilidad” y reducir la inflación.
“La economía supera todo”, dijo el estratega Rick Gorka. Y eso es justamente lo que Trump aprovechó para atraer a votantes descontentos.
Además, Trump volvió a poner la inmigración en el centro del debate, alertando sobre el impacto de las políticas de fronteras abiertas y los supuestos crímenes cometidos por inmigrantes, un mensaje que resonó especialmente entre votantes de estados clave como Georgia, Carolina del Norte y Pensilvania.
Una de las sorpresas de esta elección fue la habilidad de Trump para captar el voto de jóvenes, hombres afroamericanos y latinos, grupos tradicionalmente más inclinados hacia los demócratas. ¿Cómo lo logró? El equipo de campaña de Trump diseñó una estrategia que se enfocaba en lo que llamaron “votantes de baja propensión” – personas que no suelen votar pero que son sensibles a temas como la economía y la seguridad.
El éxito de su estrategia se reflejó en los resultados: en áreas urbanas con alta población latina y afroamericana, Trump mejoró su desempeño en comparación con elecciones anteriores. Su aparición en programas populares como el podcast de Joe Rogan y eventos en ciudades clave fueron movimientos diseñados para captar la atención de este electorado diverso.
A pesar de enfrentar cuatro procesos judiciales y haber sido declarado culpable en un caso de pago ilegal, Trump mantuvo su apoyo e incluso aumentó su base de votantes. Su campaña estuvo marcada por declaraciones polémicas, desde bromas sobre Puerto Rico hasta comentarios violentos hacia sus oponentes políticos. Sin embargo, Trump supo convertir cada crítica en una oportunidad para avivar el apoyo de su base, presentándose como víctima de un sistema “corrupto” y “parcializado” que, según él, busca impedir su regreso al poder.
“Espero que el público entienda esto. Me parece que son increíblemente inteligentes. Lo entienden,” afirmó Trump en un evento con votantes latinos.
Con esta narrativa, Trump logró que muchos de sus seguidores vieran las acusaciones en su contra como ataques políticos en lugar de delitos reales, lo que fortaleció su imagen de “campeón del pueblo”.
Otro elemento clave en la victoria de Trump fue su innovadora estrategia de movilización. En lugar de intentar persuadir a votantes indecisos, Trump y su equipo optaron por fortalecer el compromiso de sus seguidores y motivar a personas que rara vez participan en elecciones. Esta estrategia, aunque arriesgada, resultó efectiva, especialmente en estados donde la diferencia de votos fue mínima.
El equipo de campaña de Trump delegó gran parte de su esfuerzo de movilización a organizaciones privadas, lo que generó dudas pero, al final, cumplió con su objetivo: llevar a las urnas a una cantidad significativa de votantes que, en otras circunstancias, no hubieran participado en las elecciones.
Para algunos analistas, la victoria de Trump es un reflejo de su habilidad para jugar con las divisiones profundas en el electorado. Lara Brown, experta en política estadounidense, afirmó que Trump supo aprovechar los temores de la población sobre la economía y la inmigración, mientras ignoraba los logros económicos recientes.
Según Brown, Trump ha ganado “de la forma en que todos los autoritarios lo hacen: con miedo, odio y división.” Con mensajes contundentes y apelando a temas sensibles, Trump convenció a sus votantes de que solo él podía poner orden y asegurar el futuro de Estados Unidos.
La victoria de Trump en 2024 marca un regreso histórico, ya que se convierte en el primer presidente en más de un siglo en ganar una elección después de haber perdido la anterior. Su habilidad para mantenerse relevante y su capacidad para encender los ánimos del electorado lo llevaron a vencer, a pesar de los numerosos obstáculos legales y políticos.
Su victoria deja una pregunta en el aire: ¿Podrá Trump cumplir sus promesas y recuperar la estabilidad económica que tantos desean?
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