Justin Baldoni enfrenta graves consecuencias tras la demanda de Blake Lively: su agencia lo abandona, pierde premios y enfrenta nuevas demandas, dejando su carrera en la cuerda floja.
El escándalo en torno al actor y director Justin Baldoni, originado por la demanda de acoso sexual presentada por su coprotagonista Blake Lively, ha desatado una serie de graves consecuencias que han sacudido Hollywood. En menos de una semana, Baldoni ha perdido a su agencia de talentos, un premio reciente y hasta a su compañera de podcast. Además, enfrenta una nueva demanda que agrava aún más su complicada situación.
Blake Lively presentó una demanda detallando acusaciones de acoso sexual y una campaña de desprestigio presuntamente orquestada por Baldoni y su equipo durante el rodaje de It Ends With Us. Según los documentos judiciales, Lively aportó pruebas contundentes, incluyendo mensajes de texto y correos electrónicos, que revelan intentos de dañar su reputación.
Mientras figuras como Colleen Hoover y las coprotagonistas de Lively en Sisterhood of the Traveling Pants han mostrado su apoyo público a la actriz, Baldoni ha negado rotundamente las acusaciones a través de su equipo legal.
Uno de los primeros golpes para Baldoni llegó cuando William Morris Endeavor (WME), su agencia de representación, decidió rescindir su contrato. Según fuentes de Deadline, la decisión fue tomada horas después de que se hiciera pública la demanda, señalando que el escándalo era incompatible con los valores de la agencia. Este movimiento deja a Baldoni sin el apoyo necesario para gestionar su carrera en medio de la controversia.
Por su parte, Blake Lively sigue siendo representada por WME, lo que refuerza la percepción de respaldo hacia la actriz en este caso.
Liz Plank, coanfitriona del popular podcast Man Enough, anunció su renuncia tras el escándalo. En un comunicado compartido en redes sociales, Plank expresó su apoyo a quienes enfrentan injusticias y dejó entrever que su salida estaba relacionada con los acontecimientos recientes.
El podcast, creado en 2021, buscaba explorar los roles de género y la masculinidad en la sociedad moderna. Sin embargo, la renuncia de Plank pone en tela de juicio el mensaje del programa y debilita aún más la imagen de Baldoni como defensor de causas sociales.
El 9 de diciembre, Baldoni recibió el Voices of Solidarity Award de la organización Vital Voices por su defensa de los derechos de las mujeres. Sin embargo, días después, la organización rescindió el premio tras conocer las acusaciones en su contra.
En un comunicado, Vital Voices expresó su rechazo a los presuntos comportamientos de Baldoni y a la campaña de desprestigio contra Lively, afirmando que estos actos violan los valores fundamentales de la organización.
Como si el panorama no fuera ya lo suficientemente sombrío, Stephanie Jones, expublicista de Baldoni, presentó una demanda acusando a su exasistente Jennifer Abel y a otra colaboradora de usar la campaña de desprestigio contra Lively como una oportunidad para atacar a su firma. Jones afirma que Abel y Melissa Nathan conspiraron para robar clientes y dañarla profesionalmente.
Entre las pruebas aportadas por Jones se incluyen mensajes de texto en los que Abel se refiere despectivamente a Baldoni y critica su actitud. La demanda exige compensación por daños económicos y reputacionales.
El impacto del escándalo ya ha dejado profundas cicatrices en la carrera de Baldoni. Con su agencia de talentos fuera de la ecuación, un premio rescindido, la pérdida de colaboradores clave y nuevas demandas en su contra, el actor enfrenta uno de los momentos más críticos de su vida profesional.
Mientras Blake Lively recibe el apoyo de la industria y el público, Baldoni parece estar cada vez más aislado. Aunque su equipo legal continúa negando las acusaciones, el daño a su imagen podría ser irreversible.
El caso de Justin Baldoni y Blake Lively resalta la importancia de abordar el acoso y las dinámicas de poder en la industria del entretenimiento. En un contexto donde cada vez más voces se alzan contra los abusos, este escándalo podría ser un punto de inflexión para evaluar las prácticas laborales y la cultura en los sets de filmación.
Hollywood sigue observando, y el desenlace de esta historia podría marcar un precedente sobre cómo se manejan las denuncias de acoso en el futuro.
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