Jasveen Sangha, una vez considerada una estudiante ejemplar, ha caído en un oscuro abismo, siendo acusada de vender una dosis letal de ketamina a la estrella de “Friends”, Matthew Perry. Este artículo explora su transformación desde su juventud prometedora hasta su involucramiento en el mundo de las drogas y la fiesta.
Jasveen Sangha, quien creció en el exclusivo suburbio de Calabasas, California, parecía destinada al éxito. Sus amigos la describen como una joven “meticulosa y estudiosa”, con un futuro brillante por delante. Después de obtener su título de MBA en Hult Business School en Londres, regresó a Los Ángeles con todas las expectativas de convertirse en una profesional respetada. Sin embargo, la vida de Jasveen tomó un giro inesperado y oscuro hasta convertirse en La “Reina del Ketamina”.
En marzo de este año, Sangha fue arrestada bajo la acusación de ser una “vendedora de drogas de gran volumen”. Ahora, se enfrenta a cargos graves, acusada de vender una dosis letal de ketamina al actor Matthew Perry, conocido por su papel en “Friends”. Como explicó el exfiscal federal Neama Rahmani, “Sangha está en un gran problema… podría enfrentarse a cadena perpetua”.
Quienes la conocieron en su juventud afirman que la Jasveen que regresó a Los Ángeles después de su MBA era una persona completamente diferente. “Parecía haber pasado por un cambio drástico; incluso parecía haberse hecho una rinoplastia y otros procedimientos en su rostro”, comentó un antiguo amigo. A pesar de ello, en un principio, parecía que Jasveen estaba en el camino correcto, abriendo un salón de uñas. Sin embargo, ese negocio fracasó, y pronto comenzó a buscar otras formas de ganarse la vida.
A medida que sus amigos se establecían en sus carreras y vidas personales, Jasveen se sumergía cada vez más en la vida nocturna y las fiestas. Alrededor de 2015, mientras sus antiguos compañeros de clase formaban familias y avanzaban en sus carreras, ella se encontraba atrapada en un ciclo de excesos los fines de semana, y su vida profesional comenzó a desmoronarse. Sin opciones claras, Jasveen intentó convertirse en promotora de fiestas, un camino que la llevó a conectarse con figuras del entretenimiento y la alta sociedad de Los Ángeles.
Entre sus nuevos amigos se encontraban personas influyentes en la escena de Hollywood. Perla Hudson, exesposa del guitarrista de Guns ‘N’ Roses, Slash, era una de sus compañeras de fiesta. Las redes sociales de Jasveen mostraban imágenes de ambas en aviones privados, en lugares exóticos y en eventos de alto perfil. Hudson la describió como “la mejor compañera de fiesta de todos los tiempos”. Otros amigos incluyeron a celebridades como Charlie Sheen y DJ Khaled.
Según fuentes cercanas, la soledad fue un factor clave en la transformación de Jasveen. Después de una ruptura amorosa significativa en 2014, comenzó a sumergirse más en el mundo de las fiestas, donde las drogas se convirtieron en una constante. “Los amigos atribuyen su inmersión en este mundo a la soledad. Le gusta la compañía y estar rodeada de personas”, explicó un amigo.
A medida que se adentraba en este mundo, Jasveen empezó a ver en las drogas una oportunidad lucrativa. “Las drogas son parte de la cultura cotidiana. Nunca he estado en una fiesta en la que Jasveen no tuviera acceso a ellas”, alegó otro amigo. El acceso a ketamina líquida, en particular, se convirtió en su especialidad.
La conexión entre Jasveen y Matthew Perry se habría dado en un centro de rehabilitación en Los Ángeles, según TMZ. Fue allí donde conoció no solo a Perry, sino también a Brooke Mueller, exesposa de Charlie Sheen. Aunque ni Mueller ni Hudson están acusadas de uso de drogas ni de ningún delito en relación con Jasveen, la historia de esta última sirve como un sombrío recordatorio de cómo una vida prometedora puede desviarse hacia un camino oscuro y peligroso.
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