Desde el vino francés de Nixon hasta el Gatorade de Biden, los últimos 10 presidentes de EE.UU. han mostrado sus preferencias personales a la hora de elegir sus bebidas favoritas. Conoce cuáles son.
Los presidentes de Estados Unidos no solo han dejado huella en la historia por sus decisiones políticas, sino también por sus gustos y preferencias personales, incluyendo sus bebidas favoritas. Desde sofisticados vinos hasta refrescantes bebidas deportivas, cada mandatario ha tenido una elección particular que lo ha acompañado durante su tiempo en el cargo. ¡A continuación, te contamos las bebidas favoritas de los últimos 10 presidentes de EE.UU.!
Richard Nixon, conocido por su amor al vino, prefería los tintos franceses, oscuros y costosos. Frecuentaba el 21 Club en Nueva York, donde el personal sabía tener una botella de Château Margaux lista para él. No cabe duda de que a Nixon le gustaba disfrutar de lo mejor cuando se trataba de vinos.
Después del escándalo de Watergate y la renuncia de Nixon, Gerald Ford asumió el cargo en un contexto bastante estresante. Ford prefería los martinis y, de hecho, se dice que el personal de la Casa Blanca le pidió que moderara su consumo. Fuera de las bebidas alcohólicas, también disfrutaba del café o un té helado.
Aunque en su tiempo fue un defensor de la escena de la cerveza artesanal estadounidense, el expresidente Jimmy Carter rara vez bebe alcohol. Ahora lleva una vida tranquila y humilde, lo que sugiere que prefiere disfrutar de la simplicidad del agua en lugar de bebidas más fuertes.
A diferencia de otros presidentes que preferían los licores, Ronald Reagan disfrutaba de una buena copa de vino. Proveniente de California, una región famosa por sus viñedos, Reagan se inclinaba por el vino local, promoviendo la industria vinícola de su estado natal.
El presidente George H. W. Bush, al igual que Ford, también era fan de los martinis, aunque los prefería con vodka en lugar de la clásica ginebra. Sin embargo, en algunas ocasiones, también optaba por una cerveza.
Bill Clinton es conocido por su amor a una bebida poco convencional llamada Snakebite, que se prepara con partes iguales de cerveza lager y sidra. Este cóctel no es tan común en bares, por lo que seguramente Clinton lo manda a preparar especialmente.
George W. Bush dejó de beber alcohol en los años 80 y, desde entonces, se mantiene fiel a las bebidas no alcohólicas. Aunque disfruta del sabor de la cerveza, prefiere consumirla en su versión sin alcohol, demostrando su compromiso con un estilo de vida más saludable.
Obama, siempre en sintonía con las tendencias, es un gran admirador de la escena de la cerveza artesanal. No solo ha sido visto disfrutando de una cerveza en eventos públicos, sino que incluso mandó a elaborar su propia cerveza durante su mandato en la Casa Blanca.
Donald Trump es conocido por su amor a la Diet Coke. Tanto es así que instaló un botón especial en su oficina para recibir la bebida. Se dice que consume hasta 12 latas de Diet Coke al día, mucho más de lo recomendado.
A diferencia de Trump, Biden no consume alcohol, pero sí tiene una preferencia clara: el Gatorade de naranja. Esta bebida deportiva se mantiene constantemente en stock en su hogar, demostrando que incluso los presidentes necesitan recargar energías de vez en cuando.
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Los últimos 10 presidentes de EE.UU. y sus bebidas favoritas